Esta tercera etapa de las Relaciones Públicas en Venezuela, que
considera el autor comienza en la década de los años ochenta, se caracteriza
por un aumento del número de profesionales y el deterioro de la situación
socioeconómica del país, de allí que el rol a desempeñar por este profesional
deba orientarse a afianzar su profesión asociativamente, abogar por la solidez
de la empresa, y trabajar intensamente para presentar al público una
información completa, entre otras tareas fundamentales.
El paradigma de las Relaciones Públicas ha cambiado porque el
mundo ha cambiado. Venezuela ha dejado de ser un país rentista porque disminuyó
considerablemente su renta petrolera y está cambiando el rumbo de su economía.
El rol del relacionista sufre este proceso de transformación estructural de la
economía. El tiempo de las Relaciones Públicas basadas en el compadrazgo y el
cabildeo parroquial se murió y el relacionista de hoy debe dedicar mucho trabajo
al análisis de los cambios y a la adecuación a los nuevos tiempos y necesidades
para proponer estrategias viables y generadoras de respuestas adecuadas.
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